Investigaciones de Ian Stevenson

Ian Stevenson, fallecido a los 88 años, que fue durante un tiempo el Jefe de Psiquiatría de la Universidad de Virginia, es posiblemente el más trabajador y meticuloso investigador sobre las vidas pasadas. Realizó múltiples viajes, e investigó numerosos supuestos casos de reencarnación.

Su libro más conocido es: "Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación" (EDITORIAL MIRACH, S.A. 1992, 480 págs. Traducción de "Twenty Cases Suggestive of Reincarnation, Stevenson" 1966/1974). Es una selección de los 20 casos más significativos de entre sus más de mil casos estudiados.

El escritor Vicente Merlo hace una descripción del libro: “El enfoque metodológico es muy concreto y específico. Se trata del estudio minucioso y exhaustivo de veinte casos de recuerdos espontáneos de vidas anteriores, acaecidos a niños entre los dos y los cinco años de edad. El autor ha entrevistado tanto a los sujetos en cuestión como a todos los familiares, vecinos y personas implicadas en las historias correspondientes. En algunos casos la riqueza de datos es considerable y el porcentaje de confirmaciones de éstos suele ser elevadísimo. Los veinte casos que componen el libro están seleccionados de los mil doscientos casos que Ian Stevenson había recopilado hasta ese momento. (Posteriormente seguiría recopilando más casos).”

Cuenta Tom Shroder, acompañante de Ian Stevenson en sus viajes de investigación, que en una ocasión le preguntó a Stevenson si él consideraba que sus investigaciones habían “probado” la reencarnación. A lo que Stevenson contestó:

“Yo no pienso que haya ningún tipo de prueba en la ciencia aparte de las matemáticas”, sin embargo, agregó: “Sobre los casos que conocemos hoy -al menos para algunos de ellos-, la reencarnación es la mejor explicación que hemos podido encontrar. Hay un impresionante volúmen de evidencia, y pienso que con el tiempo se está haciendo cada vez más fuerte. Pienso que una persona racional, si lo desea, puede creer en la reencarnación en la base de esta evidencia”

En otra ocasión dijo: “¿Cómo los científicos, que profesan no mantener ningún dogma que la evidencia razonable no pueda abolir, ignoran los volúmenes de evidencia razonable que se les han provisto? ”

Ojalá que gracias a su trabajo mucha gente, científica o no, religiosa o no, se abra a esta posibilidad.